De algo simple a un despertar

Cómo nació Noche de Adoración y hacia dónde vamos

Cuando comenzamos con Noche de Adoración, lo único que teníamos claro era que queríamos hacer algo diferente. Algo que saliera de lo típico, que no fuera solo otra actividad más en el calendario de una iglesia. En ese entonces, muchas iglesias —ya fueran hispanas o francófonas o otras— organizaban reuniones de jóvenes; nosotros también lo hacíamos, una vez al mes, con los jóvenes locales. Eran buenos encuentros, con palabras de ánimo, esperanza y fe… pero en el fondo sentíamos: podemos ir más allá.

Así que comenzamos por casa. Transformamos nuestra propia reunión de jóvenes. No queríamos repetir fórmulas ni seguir rutinas. Queríamos algo diferente, con nuestra identidad y nuestra creatividad. Nuestra primera decisión fue esa: renovar lo que ya teníamos y convertirlo en un espacio que realmente inspirara y conectara con nuestra generación.

Y así fue como todo comenzó… con unas simples luces de jardín. Sí, literal. Luces rojas y blancas sobre una alfombra.¿El resultado? El tapiz terminó quemado. Pero no importó. Lo que sí importaba era que había una chispa de cambio. Y con eso bastaba.

Cambiar la iluminación del ambiente fue nuestro punto de partida. Para otros, ese primer paso puede ser algo completamente distinto. Lo importante que te podemos decir, es encontrar eso que te lance a una nueva dimensión, algo que otros jamás imaginaron. Dios nos dio creatividad, no para que la guardemos, ni para volvernos cómodos, sino para usarla, activarla y dar fruto. Ese simple acto puede ser la puerta a todo lo que Él quiere hacer.

No sabíamos mucho de producción, ni teníamos experiencia. Pero teníamos algo más fuerte: una visión y muchas ganas de hacer algo que marcara la diferencia.

A través de estas reuniones de jóvenes, con el tiempo, fuimos soñando más en grande. Después de varias reuniones juveniles, llegó el momento de hacer más: Noche de Adoración nació ahi...como una reunión especial inicialmente cada dos meses, pero al darnos cuenta del trabajo y dedicación que requería, decidimos hacerlo cada tres meses para poder prepararlo bien. Nuestra propia juventud local se convirtió en el equipo de voluntarios que ayudaba a dar vida al proyecto.

Fue entonces que dimos un paso más: comenzamos a alquilar luces de escenario para llevar la experiencia a otro nivel. Aunque eso significara armar todo la noche anterior, terminar a las 2 o 3 de la mañana y llegar al evento sin dormir… lo hacíamos con alegría, porque sabíamos que valía la pena.

Hoy ya no están esas luces de jardín. Pero quedaron los recuerdos de cómo todo empezó. Y si hay algo que aprendimos, es esto:

Los sueños no se hacen realidad si se quedan solo en la mente.

Muchos se la pasan esperando el momento perfecto, una señal, una confirmación del cielo. Pero si Dios ya puso el deseo en tu corazón, eso ya es suficiente para empezar.

De hecho, se dice que los mayores tesoros del mundo están enterrados en los cementerios: ideas, canciones, libros, proyectos y movimientos que nunca vieron la luz porque alguien tuvo miedo o decidió esperar demasiado. Sueños que murieron sin haber visto existencia.Y eso nos confronta: ¿qué vamos a hacer con lo que Dios puso en nuestras manos?

Si no hubiéramos dado ese primer paso, con luces de jardín —algo tan... simple—, Noche de Adoración no existiría hoy. No necesitás tener todo resuelto para comenzar. A veces, solo hace falta lo más simple… como una luz de jardín.

Lo que comenzó en 2012 como una idea sencilla ha sido transformado por Dios, poco a poco, con errores, aciertos, aprendizajes y momentos inolvidables.

Hoy, Noche de Adoración ya no es solo una reunión juvenil. Es un movimiento. Un llamado a la comunidad hispana de Montreal a levantarse, a unirse y a adorar juntos como un solo cuerpo para el avance del Reino de Dios. Porque no somos varias iglesias: somos una sola Iglesia. Y cuando entendemos eso, todo cambia.

Cada parte del cuerpo importa. Si una parte sufre, todos lo sentimos. Así debería funcionar la Iglesia: como una familia unida. Porque el deseo de Jesús es vernos juntos, en unidad. Ese también es nuestro anhelo con Noche de Adoración: ver cumplido el deseo del Padre. Y solo hay una manera de lograrlo: UNIDOS.

¿Hacia dónde vamos? ¡Hacia algo mucho más grande!

¿Quizás… Noche de Milagros?

Lo que viene, aún no lo hemos visto. Pero lo estamos esperando con fe, cumpliendo lo que Jesús dijo:

"Aún mayores cosas harán ustedes" (Juan 14:12).

Este es un llamado a que te unas a nosotros, a tu iglesia, y a la misión de expandir el Reino de Dios donde Él quiera llevarte.

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¡Y lo que vemos hoy es solo el comienzo de lo que aún quiere hacer... y tú... puedes ser parte de esto!